lunes, 26 de noviembre de 2012

Un respiro...

Ya tenía ganas, ya, ganas de que llegara un momento de tirarse boca arriba y ver la vida pasar, de no pensar en nada, de no preocuparte más que de hacer todo aquello que te apetezca, música, libros, e incluso nada.
Llevaba un tiempo de no parar... findes ajetreados, viajes sobre todo, puentes que han ido viniendo, saltos entre islas, como cajita de turrón, alguna ITV personal, y lo que se fue terciando..., actividades que, luego de muchos años, me terminan agobiando, como se dice hoy, estresando más si cabe.
Pero, ¡por fin!, ¡tachaaaaaaaaaammmmm! un finde sin viajes, sin prisas, sin agobios, sin salidas, sin compromisos, sin amigos que te esperan pa echar cuatro pizcos, sin famili de "vente a comer", casi sin e-mails, y de la red, mu poquito, mu poquito.
No sé si he descansado, si mis propósitos me salieron todos, hoy, ya que acabó, no veo mejoría, sigo igual de cansado o un poquito más si se puede, no quiero hacerme preguntas, que igual después me arrepiento, no quiero pensar en..., ¡hombre!, no estoy más joven, pero ahí sigo, dando fiesta, quizás sea eso, la caña que no se acaba, y que no se acabe, porque... ¿si no?, quedo esperando otro intento, para que todo, todo, siga igual...

domingo, 4 de noviembre de 2012

Tiempo con castañas

Recuerdo que en otros tiempos nos las comíamos juntos, celebrando una fiesta que yo, niño aún, no entendía mucho, y conmigo, todos los guayetes que andábamos al acecho de aquél caldero a rebosar de crujientes y calientes castañas, de cómo en un papel indescifrable, envolvías, con esmero, una peseta, un duro después, un euro con los años unas poquitas para que nos acordáramos de tu familia por lo calientes, y luego, un poquitín más tarde, buscar en nuestros infantiles bolsillos por ver si quedaba algo para otro asalto.
Hoy hemos crecido, nos hemos llenado de años y tú ya no estás para hacernos esas castañas, nos faltas tú, otro ha ocupado tu esquina, tu espacio, pero tú sigues ahí, con tu gracia, tus útiles, tu cariño. Al fin conseguimos entender la fiesta, por eso, para recordarte, volvemos a comer ese cartucho de castañas... y si, ¡te sigo echando de menos!
(Pincha la foto, golosinas)